Hace unos días, en Facebook, os recomendamos visitar la tienda Xaloc de Barcelona, ¿verdad?. Pues si os pasáis algún día por allí (diciendo que sois de Tutéate os darán un pequeño obsequio…) veréis que es un espacio lleno de ropa y complementos artesanales muy originales y variados y, además, podréis apreciar detalles muy curiosos y únicos en su decoración.
Como a nosotros nos sorprendió, hoy en Tutéate vamos a hablar de su suelo. Concretamente, de cómo Marc Raventós, artista multidisciplinar y amigo de la tienda, le dio otra vida a su gastado suelo de linóleo pintando encima de él un artístico río.
El resultado es que del interior al exterior de la tienda fluye vida, un río cargado de energía y rodeado de orillas llenas de colorido.
Si tú también tienes un suelo que reformar y estabas pensando en cambiarlo, antes puedes probar de darle algunos toques de pintura, ¿no? A tiempo de poner el suelo nuevo siempre estarás. Pintar suele ser una buena opción para suelos de cemento (de garajes, patios interiores o trasteros), donde es muy fácil que se acumule el polvo, o para suelos gastados de falsa madera o linóleo.
Antes de escoger una pintura de suelos, pedid asesoramiento en la tienda explicando vuestro caso en cuestión y si se trata de un suelo de mucho o poco tránsito. Las más resistentes acostumbran a ser las pinturas de epoxi o las de poliuretano, fabricadas a base de resinas.
Si la pintura que acabáis utilizando es de resinas (como la que se usó aquí), entonces tendréis que mezclarla con un endurecedor o catalizador que también os facilitarán en la misma droguería. Esta mezcla se solidifica rápidamente, entre 1 hora y 3 horas, por lo que si queréis hacer dibujos muy detallados, mejor no mezclar toda la cantidad de pintura a la vez.
Antes de pintar el suelo de la tienda Xaloc, se añadieron colorantes (pigmentos en polvo) a las preparaciones de resina y se mezclaron bien. Una vez hecho esto, el producto se fue aplicando sobre el suelo de linóleo con la ayuda de espátulas y llanas, pero si se hubiera deseado otro acabado también podrían haberse utilizado brocha y rodillo.
El resultado final: un suelo sobre el cual reposa una obra de arte impermeable, duradera y por la que se puede pasear.
En la imagen Marc, el artista, y Mónica, la propietaria de Xaloc.