Normalmente utilizamos el café para despertarnos pero, si aún queremos seguir soñando e imaginando, también podemos utilizar café para… ¡pintar! Bueno, de hecho el vino, el té o el café, por ejemplo, se utilizan a veces como colorantes naturales para tintar telas (ya que manchan la ropa, ¿por qué no hacer que coloreen tooooda una tela, ¿verdad?), pero por aquí hasta hace poco no teníamos tan vista la opción de utilizarlos como pintura de acuarela y cuando la vimos por primera vez nos encantó. Hoy en Tutéate mostramos algunos ejemplos que hemos encontrado por la red y que nos han parecido preciosos.
Por si alguien se anima a dejarse llevar y jugar un poco con el café, por aquí dejamos unas pocas consideraciones (aunque no somos expertos en la materia). Es importante que el papel sea grueso, como el que venden en blocs para pintar en acuarela, pues sino al mojarse en seguida quedaría arrugado o traspasado. Y antes de hacer una pincelada sobre una zona que ya hayamos «coloreado», es bueno dejar secar la anterior.
Y también queda muy bien que antes o después de pintar con café (si es después, debemos dejar secar) dibujemos con lápiz o rotuladores de punta fina, ¿no?
Seguramente con distintos tipos de café se pueden conseguir distintas tonalidades, pero si tenemos paciencia dejando secar, siempre podemos dar algunas pinceladas de más encima de donde ya hemos pasado y obtener así un resultado más oscuro.
Bueno, lo dicho, por aquí no somos expertos en el tema en cuestión pero sí nos ha parecido una opción muy original y que si no nos presionamos también puede ser muy relajante de probar. Aquí nuestras primeras y tímidas intentonas…
(habrá más…)
¿Cómo lo veis? ¿Lo habéis probado? ¿Os animaréis a probar?
Fuentes: imgur, flickriver, wetcanvas, poppytalk.