Hoy en Tutéate queremos hablaros de un artista japonés que nos ha dejado fascinados: Motoi Yamamoto. Con la sal como materia prima de sus obras, este creador ha cubierto las superficies de museos contemporáneos de todo el mundo con elaborados trazos de huracanes, mapas neuronales o laberintos.
En la cultura japonesa, la sal se considera un elemento purificador y también se utiliza como muestra de luto. Es tradición colocarla como ofrenda a los difuntos y antepasados, como también echársela por el cuerpo después de ceremonias funerarias. Podría considerarse también un enlace entre vivos y muertos, que puede ayudar a superar el dolor por una pérdida al seguir conectados con el más allá. Motoi Yamamoto, que experimentó la pérdida temprana de su hermana, empezó a expresar sus sentimientos y pensamientos mediante este material, y desde entonces es así como realiza y transmite todas sus obras.
Para que os podáis hacer más a la idea de lo que significan para él los trabajos que realiza, os dejamos unas palabras que Motoi Yamamoto comentó en referencia a ellos:
«Dibujar un laberinto con sal es como seguir el rastro de una memoria. Las memorias parecen cambiar y dispersarse con el tiempo. De cualquier modo, lo que busco es la forma de tocar un momento precioso dentro de mis memorias, algo que no puede conseguirse mediante textos o imágenes. Siempre sigo silenciosamente el rastro, que es tanto controlado como descontrolado a partir del punto de inicio, tras haberlo completado.»
A continuación os mostramos algunas de las hipnóticas creaciones que ha realizado:
Y para finalizar, compartimos un vídeo (en inglés) en el que podemos observar la paciencia que Yamamoto dedica a cubrir estas superficies tan grandes y la delicadeza con la que lleva a cabo siempre sus proyectos.
Esperamos que hayáis disfrutado tanto viendo a este artista y sus obras como nosotros.
¡Que tengáis un buen fin de semana!
Fuentes: Katrhun Clark, Art Gossips, Directo Al Paladar, The Monterey Museum of Arts